Toda persona tiene derecho a expresar
libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o
mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de
cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura.
Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo
expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los
mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.
Se prohíbe la censura a los funcionarios
públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus
responsabilidades (Artículo 57 de la CRBV).
La comunicación es libre y plural, y
comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene
derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo
con los principios de esta Constitución, así como a la réplica y rectificación
cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada
para su desarrollo integral (Artículo 58 de la CRBV).
El tema de la libertad de expresión y del
derecho a la información ha sido de amplia discusión desde antes de la
aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
El debate sobre su vigencia y los mecanismos para su efectiva satisfacción, se
ha convertido en un reto para el Poder Público nacional y la sociedad civil.
Esta discusión ha trascendido a instancias internacionales tales como: Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Organización de Estados Americanos.
La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, describe en artículos distintos y trata como derechos
diferentes, los temas de la libertad de expresión y la información. El derecho
a la libertad de expresión (artículo 57) norma la facultad de quien emite
opiniones e informaciones, otorgándole el derecho a expresarse libremente por
cualquier medio sin censura; mientras que el derecho a la información (artículo
58), se establece desde la perspectiva de quien recibe la información, la cual
señala debe ser oportuna, veraz, imparcial y sin censura. Adicionalmente, el
artículo 58 consagra el derecho a réplica.
Aquí estriba en parte la discusión sobre
los hechos ocurridos los días 11 al 14 de abril, pues se trata de establecer un
equilibrio entre la libertad de difundir informaciones y opiniones, así como el
derecho a recibir información oportuna, imparcial y veraz.
La libertad de expresión es una condición
sine qua non de la sociedad democrática. La ausencia de garantías suficientes
para que los periodistas puedan desempeñarse profesionalmente, en libertad y
con independencia, debe considerarse un atentado contra la democracia. Una
sociedad que no está informada no es plenamente libre. La ausencia de una
comunicación libre y plural, de espacios donde puedan expresarse libremente
todas las voces -sin distingo de raza, sexo, religión, condición social u
opinión política-, representa un serio riesgo para la consolidación de una
sociedad democrática.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario